viernes, 5 de julio de 2013

MÁS QUE UNA OFICINA DE TURISMO


La mayoría de la gente piensa que trabajar en una oficina de información turística es un trabajo monótono, sin cambios y que todo el mundo viene a pedir más o menos lo mismo.
Yo puedo decir que no es así.

Además de información sobre una ruta por la ciudad, planos para las personas que anden un poco más perdidas, qué museos son los más importantes o directamente información de un museo en concreto, como ir al aeropuerto, que eventos hay en el mes….
Durante las prácticas que realice en la Oficina de Turismo de Duque de Medinaceli, perteneciente a la red de oficinas de información turística MAD About Info atendí varias peticiones un tanto peculiares.

Nada más empezar las prácticas, la primera llamada  que recibí el segundo día era de un señor al que le entendí que quería información sobre un albergue en la zona de Argüelles. Por si acaso, volví a preguntar para ver si había oído bien ya que era extranjero y no tenía buena pronunciación. Efectivamente,  no era lo que yo pensaba, pues lo quería era denunciar un albergue que decía que era ilegal.

Si ya de primeras me había tocado la llamada del día, lo mejor fue poco después, que llamó a la oficina una mujer muy interesada en la Casa Real. Quería saber si nosotros hacíamos de intermediarios porque quería mandarle una carta al Rey.

Otra señora quería saber tiendas para comprar telas, ya que hacia confección, y después de  mucho indagar y buscar, la señora se paró a pensar y me dijo que no eras las tiendas de Madrid sino las de Estambul las que le interesaban. Obviamente, no tenemos información sobre las tiendas de tejidos de todas las ciudades del mundo…

También llamó otro señor que parecía estar bastante enfadado ya que quería dar un concierto y decía que había llamado a todos los teatros de Madrid habidos y por haber y que nadie le daba solución, por lo que nos llamaba a nosotros para ver si podíamos contactar con los teatros y conseguir que diese un concierto.

Por otro lado, en las Oficinas de Turismo también hacemos atención presencial.

Por si alguna persona no lo sabe, esta oficina se encuentra delante del Hotel Palace, y un día mandaron a un chico de Conserjería para pedirnos algo de información para poderle dar a los clientes. Debe de ser que el chico era de prácticas al igual que yo, ya que se le veía un poco perdido.

Vino a la oficina y según entró se le puso una sonrisa de oreja a oreja. Me pidió información general sobre la ciudad. Volvió al Hotel y de nuevo le volvieron a mandar a la Oficina. Por supuesto, se presentó con su misma sonrisa, la cual no perdió en todo el tiempo que permaneció frente a mí. Esta vez ya estaba indeciso, no sabía qué pedir, cambió de opinión varias veces y me preguntó lo mismo en reiteradas ocasiones. Al final le dí toda la información que me pidió y se fue con un montón de folletos. Aunque, sospecho que no le quedó muy claro de qué iba cada uno.

Otra mañana, vino un hombre muy alterado ya que quería saber la normativa legal de los guías, porque estuvo en otra ciudad y mientas les estaba explicando a unos familiares algo peculiar, le paró la policía y le pidió la documentación y le dijeron que no podía hacer de guía.

También hay clientes reincidentes como,  por ejemplo, un señor  muy amable que viene todas las semanas a pedirnos un mapa de los pantanos de Madrid y siempre le damos el mismo mapa, pero el señor  no se da por vencido y sigue viniendo a por su mapa semanal.

No puedo dejar de mencionar a nuestro peculiar cartero, que de las veces que le hemos dicho que se ha equivocado de sitio ya se piensa dos veces si entrar a la oficina.

Como habéis podido observar, para algunos clientes, la Oficina a veces cambia de función: unas veces se convierte en comisaría, otras en una agencia de viajes o simplemente hacemos de carteros.

Pero siempre intentamos que se vayan de la misma manera… con una sonrisa.

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