¿Qué tienen en común Francisco Sánchez con
Miguel Ángel Coso, Juan Sanz Ballesteros y Mercedes Higuera? Lo primero es que nunca se conocieron
personalmente y, lo segundo, es que la ciudad de Alcalá de Henares les debe
mucho. Pero la historia comenzó hace mucho, mucho tiempo…
En tiempos muy remotos hubo pobladores en
estos parajes. Los romanos fundaron en la “confluencia” de dos ríos su Complutum,
que era una ciudad de paso desde el sur hasta Caesar Augusta (actual Zaragoza),
en un principio se localizó en las alturas de los cerros y más tarde la
trasladaron al llano. Los árabes tuvieron su fortaleza, su barrio y su
mezquita, los judíos su calle Mayor y su sinagoga y, los cristianos sus
iglesias y también su barrio.
La ciudad tuvo su muralla y su plaza del
mercado (hoy llamada plaza de Cervantes) que estaba extramuros y más tarde
llegaría también la Universidad y, con ella, los estudiantes. Fue en 1601
cuando el carpintero Francisco Sánchez se ofreció para edificar un patio de
comedias en el que representar las obras de la época. Se trataba de una copia
del famoso patio de comedias llamado “de la Cruz”, que estuvo en Madrid y fue
el precedesor de todos los demás. Pasó por diferentes etapas en su vida, corral
de comedias desde 1601, coliseo techado desde 1769, teatro romántico desde 1831
y sala de proyecciones cinematográficas desde 1927 hasta que en 1980 el
Ayuntamiento recuperó la propiedad.
Habían pasado cuatro siglos y se había
olvidado cuál era su función original. Fue toda una sorpresa el descubrir que
en el antiguo cine había restos de lo que podría ser un antiguo corral de
comedias. Y fue así como 380 años después de su construcción, tres estudiosos
llamados Miguel Ángel, Juan y Mercedes comenzaron el trabajo de documentación e
investigación para sacar a la luz lo que se suponía que era el Corral de
Comedias.
Tras mucho trabajo y esfuerzo, se halló lo
que hoy en día es uno de los Corrales de Comedias más antiguos de España. Atrás
quedan los tiempos en los que hombres y mujeres estaban separados para asistir
a las representaciones y, asimismo, el frío y la humedad del pozo en el patio
de butacas que hacía que las tres primeras filas fueran conocidas como “las
filas del reuma”. Es una suerte que hoy podamos
admirar este maravilloso edificio y conocer cómo eran representadas las obras
hace tantísimos años.
A
modo de curiosidad, mencionar que se
realizan visitas guiadas del Corral de Comedias siempre y cuando la agenda
de representaciones lo permita, pues siendo un teatro activo y con
representaciones no siempre se encuentra disponible ya que las visitas son adaptadas
a la agenda de espectáculos con sus consiguientes montajes de escenario,
preparación de atrezo y vestuario, etc.
Cuánta historia nos podría contar este edificio, con más
de 400 años de existencia, y viendo pasar a tantísimos actores y tantísimas
actrices, hoy en día nos permite disfrutar de ambas cosas, las visitas guiadas
de sus instalaciones y las representaciones en su escenario. Para más
información sobre las visitas guiadas y la programación de espectáculos, podéis acudir a la página web del propio Corral de Comedias pinchando aquí.
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