lunes, 8 de julio de 2013

DESCUBRIENDO NAVALCARNERO


No es fruto de dos días lo que empiezas e leer,
si bien aun no sabemos cómo acabara.
Que mis palabras y su historia te consigan convencer;
lo único seguro: intentar se intentará.
 
Lo bonito de si vienes es poderlo compartir,
y que conozca todo el mundo lo que acabas de vivir.
Visitando este lugar te atrapará su belleza,
no solo con dinero obtienes gran riqueza.
 
Si por mi paso en las prácticas te preguntas qué destaco
no solo es la historia, sus recursos o limpieza.
Con la gente que he conocido, una lección saco:
ser modesto no está reñido con la grandeza.
 
 Ya sea mujer o caballero
no desperdicie una visita a Navalcarnero.
Desde Madrid más de media hora no se tarda
cincuenta minutos viniendo de Toledo.
 
En la plaza porticada la oficina se resguarda,
para poderse informar entra la gente sin miedo.
Muchas personas se sorprenden de este lugar tan cercano
porque desconocían un oasis en tierras de secano.
 
Son las doce de la mañana en este pueblo castellano,
acompáñame y visitamos algunos de sus rincones,
para ponerse en situación ayudan  las explicaciones,
aunque la experiencia ideal se obtiene de primera mano.

 
Paseamos por calles con más de 500 años desde su fundación,
al igual que la realeza, trabajadores o combatientes.
Gracias a Segovia en octubre de 1499 supera a la noble oposición,
Villa real por su hospitalidad convertida en años siguientes.
 
Hablamos de Felipe IV y la boda con su sobrina Mariana de Austria.
En la reconstruida Casa de la Cadena se bendijo este enlace,
situada en la plaza Francisco Sandoval ,nuestra visita nace,
frente al ayuntamiento nuevo y el “Homenaje a la Democracia”,
 
Para conocer más de este hecho, junto a otras tradiciones
entramos al Centro de Interpretación en una casa de labranza,
conserva  la troje, patio, bodega y cuevas, además de representaciones.
Del desarrollo, comercio, herramientas y costumbres sacaremos la enseñanza.
 
De estructura irregular es la Plaza de Segovia, galardonada
y singular punto de encuentro y actuaciones, remodelada
para confundir al tiempo transcurrido sin olvidarlo.
El actual Mercado de Artesanía no debemos descuidarlo.
 
El último viaje antes de comer
será por los sentidos en el Museo del vino.
Las características y artesanos podrán leer,
Abriendo el apetito catando al beber.
 
Amplia oferta gastronómica se ofrece,
siendo típico la Olla del Segador,
esta variedad del cocido se agradece
pudiendo  hacerlo en un buen asador.
 
En días lluviosos por jornaleros trabajadas.
Tanto para despensa, escondite o nevera de la naturaleza,
como para encuentros amorosos de realeza,
son las cuevas para conservar el vino bien usadas.

Ya sea joven o jubilado,
visitar Navalcarnero es obligado.
Cruce de caminos histórico,
fuente de patrimonio escultórico.

Hace que obras únicas en el mundo os aguarden,
De personajes ilustres, costumbres o acontecimientos:
“Cervantes”, “El labrador” o el “V Centenario” son ejemplos.
De Dennis Oppenheim es el Crystal Garden.
 
Museo al aire libre se considera;
Trampantojos de A. Pirrongelli salen a nuestro encuentro,
Nos muestran nombramientos de alcaldes o la batalla comunera,
A Gloria Fuertes pintando o actividades de otros siglos en barrios del centro.
 
En el Parque de San Sebastián al atardecer florecen,
Biografías ilustres de Isabel la Católica,
Cardenal Cisneros o Colón aparecen.
A este punto se trajo por primera vez el agua.
 
Para señalar los límites estaban las ermitas cardinales,
de santos protectores de enfermedades.
La Ermita de Sta. Águeda con pinturas murales,
y en la de la Veracruz un Cristo yacente articulado.
 
Como referente visual desde cualquier lado:
la Iglesia Parroquial Ntra. Señora de la Asunción.
En su planta basilical se guarda la carroza triunfal
y la Capilla de Ntra. Señora de la Concepción.

Ya esté comprometido o soltero,
No olvide visitar Navalcarnero.
En San Isidro en la pradera con los bailes regionales
o en Septiembre para ver los fuegos artificiales.
 
Para acabar su visita pase por la Casa de la Lonja,
Casa solariega de 300 años rehabilitada para que se deleite,
Expositores, mostrador, caja, imprenta y patio originales
Y para recordar donde estuvo comiendo bollitos de aceite.

 
Realice una o más visitas pero ninguna igual:
festiva, pictórica, subterránea, cultural
gastronómica, escultórica, histórica y espiritual,
Que ninguno te falte como experiencia personal.

Pues no llevo aquí ni un mes
y no miento si le digo:
lo que hasta aquí ha leído,
no solo es cierto, sino vivido.
 
Como en su visita lo importante
no se mide, compra o vende,
no pasa factura ni tributa,
sino que llega y se disfruta.

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