Loeches es un municipio con un
diverso y valiosísimo patrimonio. Tiene además, una gran relevancia histórica
derivada principalmente de su intensa relación con el Conde-duque de Olivares, valido
del rey Felipe IV. Sin embargo lo que hoy nos ocupa, no es la Historia sino
todas esas otras historias que
gracias al imaginario popular han ido pasando de boca en boca y de generación
en generación, entrando a formar parte del legado cultural de Loeches.
Es el caso, por ejemplo del
término lechuzo, con el que se
denomina popularmente a los habitantes de Loeches. El origen de este peculiar
gentilicio podría estar en un lejano momento en el que, debido a las
estrecheces económicas y a la falta de productos cosméticos comerciales, las vecinas de Loeches frotaban sus labios
con tocino para hidratarlos y darles
brillo, de forma que la gente las comparaba con las lechuzas.
Otro caso, de muy diferente
índole, es el que ocurrió (o pudo ocurrir) allá por 1731, en la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora.
Estando presente el rey Felipe V, se propagó en la iglesia un terrible
incendio. Los lechuzos, orgullosos de su iglesia que bajo ningún concepto
querían perder, se dispusieron a sofocar el incendio, cogiendo con sus manos
las vigas incandescentes que del techo se desprendían, sin llegar a quemarse.
Este hecho dejo atónito al rey, que no podía creer lo que estaba viendo.
En el Convento de la Inmaculada Concepción o "Convento Grande" se encuentra el panteón familiar de la Casa Alba |
Cuenta también la leyenda, que el
Conde-duque de Olivares, que se encontraba en Loeches, paseaba un día con su
mujer cerca del Convento de las Carmelitas. Muy religiosos, el Conde-duque y su
mujer quisieron visitar este convento, a lo que se negó rotundamente la priora,
por ser éste un convento de clausura. El Conde-duque, que era ya una de las
personas con más poder en España, además de ser famoso por su irascibilidad,
espetó lleno de soberbia a la religiosa: "Os aseguro reverenda, que dentro
de pocos años se levantará un edificio delante de este que será vuestro asombro
y lo envolverá en la más grande oscuridad". Poco después de esto se
iniciaron las obras del Convento de la Inmaculada Concepción, que es conocido
por todos como el Convento Grande,
frente al de las Carmelitas, que se conoce como Convento Chico.
Otro hecho que tampoco ha sido
probado, es el que cuenta que el oro de
Moscú estuvo escondido en Loeches, y más concretamente en el Convento
Grande. Lo que sí es seguro es que con la Guerra Civil próxima a su final,
milicianos republicanos estuvieron escondidos en el citado convento. El hecho
de ser este convento propiedad del Duque de Alba, que en ese momento era el
embajador de Franco en Reino Unido, pudo hacer creer a los milicianos que ese
convento no sería bombardeado. Esto alimenta la sospecha de que pudiera ser
guardado allí tan importante tesoro.
Pero no puedo terminar esta
entrada sin hablar de la tortilla
francesa. Era el siglo XVII cuando la hija de Felipe IV, que se llamaba
Teresa por influencia de las monjas del Convento de las Carmelitas (Santa
Teresa fue la fundadora del primer convento carmelitano), contrajo matrimonio
con Luis XVI, el Rey Sol. Como era costumbre en esa época, Teresa llevó consigo
a sus cocineros y demás sirvientes. Un día sus cocineros le hicieron una
tortilla sólo con huevo, tal y como Teresa había aprendido con las carmelitas
de Loeches. Desde entonces, la receta pasó a llamarse tortilla francesa, cuando
ésta era original de Loeches.
Y es que, realidad o ficción,
sucedido o inventado, hay acontecimientos inseparables del patrimonio de un
determinado lugar, y sin los que difícilmente podemos entender su historia.
Soy de Loeches de toda la vida, me ha encantado el post, pero lo de la tortilla no lo habia escuchado nunca, de echo a mi corto entender, la tortilla francesa tiene su nombre porque durante la guerra con francia, los militares franceses solo tenian huevos de gallina para comer y a uno de ellos se le cayo el huevo, asi que lo batio y lo cocino, inventando la tortilla francesa, esta receta paso a los cuarteles españoles, que le añadieron patata, y nombrando a su tortilla, la tortilla española.
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