jueves, 11 de julio de 2013

Jardines secretos de Madrid

Estos espacios de paz y tranquilidad pasan desapercibidos para los habitantes de la cuidad, pero sin lugar a dudas, son sitios que por su belleza y misterio, merecen ser conocidos.

Vamos a empezar con el Jardín del Príncipe de Anglona el cual está situado en la calle Príncipe de Anglona 1, metro La Latina. Este jardín es uno de los pocos ejemplos que tenemos en la actualidad de las antiguas casas de los nobles madrileños del siglo XVIII. Se encuentra anexo al Palacio del mismo nombre, el cual tuvo ilustres propietarios como el XI Conde de Benavente. El jardín fue encargo de los Marqueses de la Romana de la J. De Winthuysen. Tiene una superficie aproximada de 500 m2, cuenta con algunos bancos, dos pequeñas fuentes, pérgolas llenas de rosales, hortensias y numerosos árboles frutales como  granados o almendros.

Este jardín lo restauró la Concejalía de medio ambiente y la Junta Municipal del Centro  y fue abierto al público en el 2002.

El Huerto de las Monjas es posiblemente el jardín mejor disimulado de todo Madrid  ya que se encuentra muy bien oculto y pasa inadvertido totalmente a los transeúntes; se puede entrar por la Calle Sacramento nº7, metro Ópera, por una puerta de una finca privada que está abierta de lunes a viernes por la mañana en horario de oficina, ya que se encuentran debajo oficinas del Ayuntamiento, otra manera de entrar es dando la vuelta  por la calle Rollo por un acceso al lado de un Bankia, sólo abierto también en horario de oficina. Este jardín recibe su nombre al ser antiguamente el huerto del  convento del Santísimo Sacramento y en el cual las monjas Bernardas cultivaban verduras y hortalizas.

Cuando consigues entrar se puede apreciar un pequeño jardín muy cuidado rodeado de frondosos árboles y una fuente con querubines bastante curiosa, en general un lugar muy apacible en medio de la ciudad.

Dejamos para el final la calle de las Huertas donde se ubicaba antaño el cementerio de la Iglesia de San Sebastián en el cual se enterraron personajes como Lope de Vega, Ventura Rodríguez o Juan de Villanueva, pero cuando José de Bonaparte dictaminó que no se podían hacer entierros dentro del núcleo urbano éste quedo en estado de abandono. En la actualidad en este sitio nos encontrarnos con una pintoresca floristería la cual se fundó en el siglo XIX.

Esperamos que se animen a descubrir estos rincones de paz y armonía en medio del bullicio de Madrid.

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