miércoles, 10 de julio de 2013

DAMAS Y CABALLEROS… ¡AL MERCADO!


La primera semana de Mayo vamos a El Álamo. ¿Qué mejor manera de visitar este pueblo que haciéndolo de una manera divertida y diferente? Nos remontaremos a la época medieval en la que seremos sorprendidos por mercaderes, pasacalles, escuderos, castillos, brujas, dragones… Todo ello lo encontraremos en la Feria Medieval de El Álamo, un pueblecito que se encuentra al sur de la Comunidad de Madrid,
muy cerca de Navalcarnero. 
 
 
Se trata de una feria de artesanos que celebra su XIX aniversario y de la que ninguna de sus características puede pasar desapercibidas. En la entrada nos encontramos con un gran arco que simula la entrada a un castillo. La feria, que se encuentra en el centro del pueblo, se divide en dos larguísimos pasillos dispuestos en la calle principal en la que se colocan un gran número de carpas de tela, cada una con una peculiaridad…
En cada puesto los mercaderes venden diferentes objetos. En algunos pueden encontrar pendientes hechos con aleaciones de varios metales y con cristales que dependiendo de la posición en la que se miren, cambian de color. Mientras que en otros puestos hay todo tipo de bisutería:  collares, anillos, pendientes y pulseras de plata, acero, alambre enrollado, piedras de Swarovski, filigrana cordobesa… Todo esas cosas que tanto nos gustan a las mujeres.

Otras carpas están dedicadas exclusivamente al cuero y las marroquinerías en las que pueden adquirir bolsos, cinturones, zapatos, pulseras todas ellas realizadas con este material. Además, encontramos peculiares puestos de medicina natural (desde todo tipo de infusiones tradicionales a nuevos productos fabricados con Aloe Vera), de cerámica en los que hay vajillas, figuras, singulares lámparas simulando troncos de árboles o relojes de pared y de otras artesanías tales como las muñecas de goma eva, las coronas o diademas de flores típicas de la época y otros adornos. 
Por supuesto, carpas en la que podrán adquirir las armas típicas de aquellos tiempos como por ejemplo trajes medievales tanto para ellos como para ellas, espadas, arcos, ballestas, etc. También es destacable el campamento militar donde se puede realizar tiro con arco, el zoco árabe y la zona de cetrería en la que pequeños y mayores pueden hacerse fotos con las rapaces.
Y,  ¿cómo nos vamos a olvidar de una de las mejores cosas de toda la feria…?  ¡la comida! Empanadas, tartas, quesadas, rosquillas, barquillos, aceitunas, berenjenas, chorizo, morcilla… ¡Un no parar!
Tampoco podemos olvidar a los más pequeños. Podrán admirar rebaños de ovejas y disfrutar de animaciones varias: cuenta cuentos, pintacaras, paseos en burro, un carrusel de madera....

Por otro lado, toda la feria esta amenizada con peculiares y divertidos pasacalles, árabes, gaiteros que nos divertirán con sus bailes, música tradicional con instrumentos de la época y sus colores. Un gigantesco dragón que sorprenderá al público cada cierto tiempo. Torneos de caballeros en la plaza de toros. Una zona en la que están expuestos utensilios utilizados para las torturas.
Pero lo que puede parecer más llamativo son las bodas, de manera real, una opción para parejas que así lo deseen puedan casarse con toda la ambientación de la época: con banderas, estandartes y paja en el suelo. Se celebran con un ritual al estilo medieval y los novios van ataviados con trajes de época. Estas bodas tienen validez legal y son realizadas por los concejales de la corporación municipal que irán vestidos de los Reyes Católicos. Los novios leerán los textos correspondientes en castellano medieval. Después de pasar por la Plaza de la Constitución son llevados hasta un carro con los que pasaran por toda la feria.

Pero no se queda ahí la cosa. Esta peculiar fiesta está siendo tan popular que hasta los vecinos del pueblo han decidido vestirse con la indumentaria medieval y decorar las calles y fachadas de sus casas.
No dejen de ir ya que tendrán la posibilidad de transportarse a otra época.  ¡ANIMENSE!

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