Madrid es uno de esos
lugares en los que te puedes tropezar con un sinfín de oportunidades para
saciar tu sed de curiosidad. Hoy quiero hablaros de una de sus maravillas
escondidas: Una pequeña localidad que se encuentra a tan solo 15 kilómetros de
la capital: Boadilla del Monte.
Compuesto por numerosas
urbanizaciones que han ido creciendo a lo largo de los años, y hogar de la
ciudad del Santander y de la Universidad de San Pablo CEU, Boadilla del Monte acoge
en su casco histórico monumentos y edificios que han contribuido a acrecentar
el valor de Madrid y lo han enriquecido.
Muy pocos conocen el
patrimonio que posee Boadilla del Monte. Gracias a la red de oficinas Mad About
Info, el turismo ha llegado a aumentar en un 150% en unos pocos meses, aunque
Boadilla sigue siendo la gran desconocida. Sus construcciones pasan
desapercibidas incluso para sus habitantes, y el palacio, diseñado por Ventura
Rodríguez, autor de las fuentes de Cibeles y Neptuno, se ha convertido en un
elemento más de su paisaje.
Y de esto queremos
hablaros hoy en esta entrada: Del espectacular horizonte que podemos ver y
disfrutar en esta localidad. No en vano “Boadilla” se completa con “del Monte”,
y es que, dentro de sus delimitaciones, ampara hectáreas y hectáreas de encinas
y fresnos, de sauces y zarzamoras. Gracias al esfuerzo de su Ayuntamiento, este
paraje natural ofrece a sus visitantes diferentes rutas por las que deleitarse
con sus encantos, de menor a mayor dificultad: Para los amantes de la fauna y
la flora, para los deportistas, para los que buscan un camino donde hacer sus
caminatas de media tarde, incluso para los que quieren perderse en este bosque
donde, muchos años atrás, monarquía y nobleza se reunían para dedicarse a su
gran pasión: La caza.
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