¡Tengo algo curioso para ti! Son las esculturas más reconocidas
de Madrid.
Quizá ya las viste, pero yo te las contaré…
La más vista y fotografiada es “El oso y el
madroño”, el mismo que aparece en el escudo de Madrid y que simboliza la
ciudad. Durante la Edad Media, Madrid no tenía el aspecto actual. Era un bosque
y estaba lleno de arboles, abundaban los madroños y entre ellos habitaban los
osos. Se decidió poner estas dos especies en el escudo porque decían los
lugareños de la época que era este u árbol milagroso y que hirviendo sus hojas lograron
sanar al rey Carlos V de una de las tantas plagas. Esta escultura fue realizada
por Antonio Navarro Santafé en piedra y bronce, sobre una plataforma de granito.
La estatua de “El oso y el Madroño” mide 4 metros y pesa 20 toneladas, se
encuentra ubicada entre el comienzo de la calle Alcalá y Puerta del Sol.
De Madrid al Cielo


Finalmente, cerca a
la estación de metro Tirso Molina, en la plaza Jacinto Benavente se
encuentra la escultura de un hombre llamado “Jesús Moreno”, el barrendero más
veterano de Madrid, y con el uniforme de aquella época, los años 60. Realizada en
bronce por Félix Hernando, esta escultura que rinde homenaje a aquellas
personas que mantienen limpia nuestra ciudad, pues a pesar de tratarse de trabajo
injustamente valorado, afortunadamente los madrileños tienen un monumento en
reconocimiento a su labor.
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