jueves, 19 de diciembre de 2013

Planes para un fin de semana en Aranjuez


PRIMER DÍA:
A la llegada el sábado por la mañana, después de de dejar el equipaje en el lugar donde se vaya a pasar la noche. Se propone:

POR LA MAÑANA:
Para empezar: Visitar el Palacio Real de Aranjuez, incluyendo la entrada del museo de falúas, y pudiendo elegir la visita a la Casa del Labrador.
A continuación caminar por los Jardines del Parterre en la parte posterior de Palacio, a través del jardín de la Reina acceder al Jardín de la Isla, el cual contiene varias fuentes mitológicas.

A la hora de comer, se puede ir por el centro cerca del Mercado de Abastos para visitarlo y pararse en la Calle de Postas, dónde poder  tomar desde raciones hasta menús variados asequibles al bolsillo, es una calle llena de terrazas.

POR LA TARDE:
Después de comer, se puede coger el chiquitren, un tren turístico que realiza un recorrido por el centro del casco antiguo, pasando por dentro del Jardín del Príncipe, todo el camino se realiza con una audioguía explicando todo el recorrido y los edificios y monumentos más importantes.

Ya terminando la tarde se puede pasear por la Plaza de San Antonio, viendo la Fuente de la Mari Blanca e ir por el interior de los Arcos de esta plaza.

POR LA NOCHE:
Para cenar se puede disfrutar de una cena íntima en barco por el río Tajo y después de cenar se puede ir al Casino de Aranjuez, o algún pub con música en vivo o actuaciones teatrales para animar la noche.

SEGUNDO DÍA:
Para empezar el Domingo se sugiere un recorrido por el Jardín del Príncipe visitando, sus seis jardines de diferentes plantas, el estanque de chinescos y el plátano padre, real embarcadero…. Este jardín es bastante peculiar ya que cuenta con una serie de plantas de diferentes países aparte de pavos reales y faisanes. 

Después se puede recorrer la Vega del Río por los paseos y Sotos históricos, rodeados de árboles centenarios.

Se pueden visitar el Real Cortijo de San Isidro para ver sus cuevas de vino y la Plaza de Toros, cuya entrada incluye una visita guiada de una hora, que cuenta ya doscientos años.

POR LA TARDE:
Después se puede subir al globo aerostático, dar un paseo en piragua, a caballo o practicar turismo de aventura siguiendo las propuestas de alguno de los operadores locales.  

Loeches en el cine


Loeches posee una fuerte vinculación con el cine ya que fue escenario de varias películas en los años 60, tales como “El extraño viaje”, “La venganza” y “La ciudad no es para mí”.

“El extraño viaje” dirigida por Fernando Fernán Gómez y protagonizada entre otros por Carlos Larrañaga y Rafaela Aparicio, fue censurada porque su argumento tomaba como punto de partida el llamado “crimen de Mazarrón” que había aparecido en varios números del periódico El Caso. La censura consideró que no era buena publicidad para España en pleno “boom turístico de los 60”, una película en la que apareciera una turista muerta en las playas de Murcia. Sin embargo, el film se ha convertido en una película de culto.

Otra de las películas que se rodó en esta localidad es “La venganza” dirigida por Juan Antonio Bardem y protagonizada por Carmen Sevilla un drama rural centrado en las peripecias de una partida de segadores que intentan sobrevivir como pueden y resolver las viejas rencillas familiares que amenazan con destruirlos. Esta película consiguió proyectar internacionalmente al joven director Bardem tras su nominación en el festival de Cannes y al Óscar como mejor película extranjera en 1958, convirtiéndose en la primera película española que obtuvo esta nominación.

Por último, “La ciudad no es para mí”, de 1966, dirigida por Pedro Lazaga y protagonizada por Paco Martínez Soria trata la brecha generacional a través de la historia de un hombre que nunca ha salido de su pueblo y va a visitar a su hijo en Madrid. El hijo es médico, está casado y tiene una hija. Por su comportamiento, el  padre llega a ser una molestia para su hijo y su familia, que se codean con la alta sociedad. Los escenarios de Calacierva (actualmente perteneciente al municipio de Daroca, en la provincia de Zaragoza), el pueblo del que procede el anciano, se localizaron en Loeches.

Las aguas de Loeches


Loeches era uno de los pueblos más importantes cercanos a la capital, ya que contaba con la existencia de aguas medicinales, lo que dio lugar a la instalación desde finales del siglo XIX de diferentes establecimientos balnearios, como el de la Margarita.

Las propiedades de las aguas de Loeches fueron descubiertas en 1851 por don Gregorio García-Orea, procedente de un pueblo de Toledo, mientras intentaba llevar a cabo el proyecto de fundar un horno de tejas en Loeches, aprovechando para el mismo un pozo de unos terrenos que había adquirido en una finca conocida como La finca de Peñagallo.

Don Gregorio excavó un pozo para abastecerse de agua, pero pronto se dio cuenta de que los minerales que poseía aquel agua, estropeaban las tejas fabricadas, que se agrietaban por la salitre que dejaba el agua al evaporarse. Casi por casualidad, descubrió los beneficios poseía esta agua. Su hija Margarita, que acostumbraba a beber agua de ese pozo, se curó de una enfermedad.

Fue entonces cuando el Doctor Manuel González de Jonte, considerado tan influyente como Ramón y Cajal,  analizó dichas aguas y corroboró que efectivamente tenían propiedades beneficiosas para algunas patologías tales como el herpes, las afecciones cutáneas crónicas, los trastornos intestinales, las dolencias por alteración del flujo menstrual o la gota, entre otras. También descubrió que era más eficaz desde mediados de Junio hasta últimos de Septiembre.

Ante tal descubrimiento, el Dr. González de Jonte decidió fundar un balneario, al cual llamaría “La Margarita de Loeches” en honor a la hija de Don Gregorio, ya que gracias a ella, pudieron descubrir las propiedades curativas que aquel agua poseía.

Este balneario adquirió mucha fama, apareciendo constantemente en la publicidad de la mayoría de los diarios más importantes durante décadas y propició que muchísimas familias de bien se construyeran una casa en Loeches para pasar temporadas allí y beneficiarse de las propiedades de aquellas aguas, como por ejemplo la Familia de Torcuato Luca de Tena y Álvarez-Ossorio, más conocido como el fundador del periódico ABC en 1903 o una prestigiosa familia de joyeros de la Gran Vía de Madrid, los Sanz. Es por ello que por todo Loeches podemos ver los vestigios de lo que en su día fueron casas solariegas y palacetes que pertenecieron a familias pudientes que construyeron sus casas aquí para poder tomar las aguas.

El balneario estuvo funcionando hasta 1920, cuando sus terrenos fueron comprados por la familia Chávarri, propietarios de la explotación “Aguas de Carabaña”.

Una vez que cerrado el balneario, el lugar se destinó a una granja con vacas y se construyeron naves, que aún existen, para guardar los animales. Actualmente, la finca donde se ubicaba el balneario de la Margarita se encuentra en muy mal estado de conservación, aunque todavía se conserva en pie el templete del pozo del que se sacaba el agua y alguna bañera que hoy en día se utiliza como jardinera.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

El Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial


El Monasterio de San Lorenzo de El Escorial fue declarado, en 1931, Monumento Histórico-Artístico y en 1984 fue inscrito de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El Monasterio de El Escorial está situado en el municipio de San Lorenzo de El Escorial al noroeste de la región, a tan solo 50 km de la capital, en la Sierra de Guadarrama al pie del Monte Abantos y las Machotas.

Este complejo fue construido en la segunda mitad del siglo XVI. Su construcción se debe a varios motivos según redactó Felipe II al general de la orden jerónima, el 16 de Abril de 1561, entre los que destacan el reconocimiento por la victoria de San Quintín, que tuvo lugar el día de San Lorenzo de 1557, y el deseo del rey de erigir un mausoleo en memoria de sus padres y de él mismo, puesto bajo la advocación de San Lorenzo.

Felipe II decidió arrancar aquella magna obra recabando información, quería saber cuáles eran las edificaciones religiosas más grandes de Europa para destacar sobre ellas. A mediados del siglo XVI aún no se había decidido donde se levantaría el Monasterio, pero sí la orden religiosa: la orden de San Jerónimo, a la que tanta devoción tenían los Austrias hispánicos.

Habiendo pasado ya la moda del gótico, el rey se inclinó por un clasicismo sobrio y para llevarlo a cabo pensó en Juan Bautista de Toledo, pero dos meses antes de comenzar la obra falleció y fue sustituido por Juan de Herrera, de ahí que se diera el nombre de "herreriano" al estilo en que fue construido el Monasterio.

El Monasterio sobresale no sólo por las dimensiones del edificio colosal, si no también porque en su interior podemos ver valiosas pinturas al fresco o notables lienzos pintados al oleo por pintores italianos como Zuccaro, Tibaldi y Cambiaso.

Este maravilloso complejo incluye un su interior el Patio de Reyes, la Biblioteca, la Basílica, el Panteón de Reyes, el Panteón de los Infantes, los Palacios, y las Salas Capitulares.
Hoy día el Monasterio, además de ser visitado por cientos de turistas diariamente, alberga el Colegio Alfonso XII y el convento agustiniano. Además a los alrededores del Monasterio destacan el Jardín de los Frailes y la Galería de los Convalecientes, Felipe II era un gran amante de la naturaleza por lo que realizo un amplio espacio ajardinado.

¿No tienes ganas de verlo? ¡Llegar a San Lorenzo de El Escorial es muy fácil! Si vienes desde Madrid puedes acceder en transporte público, ya sea en Renfe o en autobús desde el intercambiador de Moncloa. Encontrarás el monasterio abierto de martes a domingo, desde las 10:00 horas hasta las 18:00, pero no olvides que el último pase es a las 17:00 horas. 

martes, 10 de diciembre de 2013

Un palacio de película digno de "Las Amistades Peligrosas"


La Comunidad de Madrid cuenta con una amplia gama de monumentos de gran importancia, muchos de ellos desconocidos para la mayoría de la población. Pero, ¿os digo una cosa? No hay que ir muy lejos para encontrar uno. ¿A que no sabéis donde? Pues muy cerca, a tan solo 15km de la Capital, encontramos el Municipio de Boadilla del Monte con su majestuoso Palacio del Infante Don Luis, cuyas paredes guardan grandes secretos y han sido testigo de importantes sucesos históricos.

Su historia comienza en 1761 cuando el infante Don Luis Antonio Jaime de Borbón, hijo de Felipe V (primer rey Borbón) y de su segunda esposa Isabel de Farnesio, decide comprar los señoríos de Boadilla y construir un palacio. Este proyecto se lo encarga a Ventura Rodríguez, uno de los arquitectos españoles más importante de la época. En realidad Ventura no construyó un palacio desde cero, si no que amplió y dio un nuevo estilo al que ya existía, el palacio de las dos torres.

El palacio es puramente neoclásico, de planta rectangular con formas muy sencillas y geométricas. A primera vista sólo se ven tres plantas, pero en realidad hay cuatro debido al desnivel del terreno. Para acceder al interior encontramos tres puertas. La central utilizada por la nobleza y la realeza, de la izquierda para el servicio y la de la derecha que da acceso directo a la capilla de estilo barroco. Detrás de esta última se encuentran enterradas  Mª Teresa y Mª Luisa de Borbón y Vallabriga, hijas de don Luis.

Frente al Palacio, encontramos la fuente de Ventura Rodríguez también conocida como la fuente de los tres caños. Fue construida como depósito de agua para abastecer al palacio y a los jardines. Actualmente es una fuente decorativa que embellece el entorno del palacio. Detrás encontramos los jardines trazados en tres alturas. La más cercana a palacio estaba ricamente decorada con flores, arboles y con la fuente de " de las conchas". El segundo muy parecido al primero, contaba con un almacén para guardar los productos que se cultivaban en las huertas y viñas del tercer jardín y que abastecían al palacio.

Pero no hay que olvidar al infante don Luis, una persona noble, bueno, representativo del espíritu ilustrado que no tuvo una vida fácil debido a su hermano Carlos III, que lo envió al exilio (Arenas de San Pedro) y lo destituyó del apellido Borbón.  Y os preguntaréis ¿por qué? Pues, entre las aficiones del infante se encontraban la caza y el cultivo del arte, las letras y las ciencias, las cuales pudo mantener en esta residencia. Prueba de ello, es que dotó al palacio de un gabinete con diversas colecciones: de cuadros, de libros y de monedas. Además, se rodeó de  artistas como el pintor Luis Paret, el músico Luigi Boccherini y el propio arquitecto del edificio, Ventura Rodríguez, a quienes alojó en el Palacio.

A  estas aficiones hay que añadir una más: las mujeres. Sus diversos amoríos y luego el empeño de casarse, lo convirtieron en una amenaza para su hermano Carlos III, preocupado de que el Infante pudiera tener descendencia, y que está aspirara al trono. Puesto que sus hijos no habían nacido en España  si no en Italia, no podrían acceder al trono como dictaba la ley Sálica.  

El palacio al igual que el infante sufrió bastante, sobre todo durante la Guerra Civil, ya que sus jardines quedaron prácticamente destruidos y perdió muchos de los tesoros que tenía. Fue utilizado como hospital de sangre y cuartel general y, una vez finalizada la guerra, como residencia de  niñas del Auxilio (niñas huérfanas). En 1998 Enrique Ruspoli, heredero legítimo del  infante don Luis, vendió el edificio al Ayuntamiento de Boadilla que lo cedió a la  SGAE en 2006 gracias a lo cual se rodaron en él varias películas como los Fantasma de Goya, Manolete o las Brujas de Zugarramurdi.

Por incumplimiento de contrato, el palacio vuelve en 2012 a la propiedad del Ayuntamiento, que inmediatamente ha puesto en marcha un plan de rehabilitación, que comenzará por los jardines, la capilla y los portones. Estad atentos pues está previsto que la próxima primavera los magníficos jardines de tipo francés hayan recuperado todo su esplendor… 

Un recorrido por el patrimonio de Boadilla del Monte


Boadilla del Monte todavía es poco conocida, aunque se encuentra a sólo 15 km de Madrid y está bien comunicada tanto en transporte público como por carretera.  

Esta pequeña localidad posee un importante patrimonio histórico-artístico, principalmente de los siglos XVII y XVIII. Desde el día 27 de septiembre de 2013, Día Internacional del Turismo, el Ayuntamiento ha puesto a disposición del público una serie de visitas guiadas a sus principales monumentos:  la Iglesia de San Cristóbal, el Convento de la Encarnación, la Fuente de Ventura Rodríguez y el Palacio del Infante D. Luis de Borbón.

Iglesia de San Cristóbal
Antigua iglesia con reminiscencias mudéjares y que, según la tradición, fue fortaleza árabe. Es probablemente el edifico más antiguo de Boadilla, pues data  de principios del siglo XIII . La parte más antigua es la torre campanario, cuya base es maciza.

A lo largo de los años ha sufrido numerosas transformaciones, la última llevada a cabo por la Dirección General de Regiones Devastadas tras la Guerra Civil, de la mano de José Ramón Duralte. En los jardines encontramos una escultura del Papa Don Juan Pablo II.

Consta de tres naves separadas por pilares con arcos de medio punto. La nave central aparece recubierta con madera y las naves laterales presentan bóvedas de cañón apuntado. En el interior podemos ver el retablo del buen pastor de Jesús Curiá, imágenes de San Babilés (patrón de Boadilla), San Cristóbal, Santa Lucía y un Cristo sin brazos que data del siglo XV de estilo gótico.

También podemos encontrar una capilla barroca de planta de cruz griega con un tríptico flamenco del siglo XVII.

Convento de la Encarnación
Conjunto arquitectónico de convento e iglesia. Se fundó en el siglo XVII (1674) por los Señores de Boadilla, Juan González de Uzqueta y su esposa María de la Vera Gasca y Barco. Su propósito era albergar en Boadilla del Monte una comunidad de Carmelitas Descalzas, además Don Juan González era pariente lejano de Santa Teresa de Jesús, reformadora de la orden.

En 1974 las religiosas construyeron un nuevo convento y en 2001 el edificio original del convento, tras su restauración,  se convirtió en un hotel boutique de lujo llamado “El Antiguo Convento de Boadilla”.

La iglesia es de ladrillo con una gran sencillez de líneas. La fachada es muy característica del siglo XVII, hecha de granito, ladrillo y caliza con gran verticalidad, sus formas geométricas recuerdan al Convento de Encarnación de Madrid.

Dentro podemos apreciar una iglesia de cruz latina con diversas obras de arte: retablos de Ntra. Sra. del Rosario del siglo XVI, de San Cristóbal y de San Babilés del siglo XVIII; diversos cuadros de finales del siglo XVII y esculturas y pinturas del siglo XX de Jesús Curiá, Martín Hanoos y Luis Frechilla.

Fuente de Ventura Rodríguez
Se llama también Fuente de los Tres Caños y fue construida en el siglo XVIII por Ventura Rodríguez.  Antiguamente era un depósito de agua que se utilizaba para regular el suministro a las distintas dependencias del palacio y a los jardines, pero en la actualidad es tan sólo una fuente decorativa.

Presenta una estructura de planta cuadrada, con tres cuerpos centrales de granito y dos laterales de revoco, que se unen en la parte superior mediante una cornisa corrida. Cuatro pilastras planas, rematadas por capiteles toscanos, separan las diferentes partes.

Palacio del Infante D. Luis de Borbón
Este palacio real es sin duda la obra más característica de Boadilla del Monte. La construcción del Palacio fue ordenada por el infante D. Luis, Conde de Chinchón y hermano del Rey Carlos III. 

Árboles singulares: Tejos milenarios de Rascafría


Este es el relato de una ruta, una ruta que parte de la Villa de Rascafría hasta una zona de alto valor ecológico donde todavía se conservan tejos milenarios.

En el interior del Valle Alto del Lozoya, oímos hablar de unos árboles milenarios, concretamente unos tejos. Invadidos por la curiosidad decidimos coger una mochila y empezar a andar por el valle para encontrarlos y sacar algunas fotos.

El principio de la ruta sigue el camino hacia el Monasterio de El Paular y dejándolo atrás, continuando por la M-604 llegamos a una zona recreativa de tres restaurantes. A partir de aquí empezamos a caminar por la vereda del rio Angostura disfrutando de las curvas de agua cristalina que dibuja su cauce asi mismo nos encontramos inmediatamente con un estanque de gran belleza.
Es otoño y mientras seguimos caminando podemos distinguir en el suelo del bosque un elemento típico de la temporada : las setas.

Vemos gente buscándolas expresamente por el lugar como "codiciado tesoro", con sus cestos de mimbre y su caminar pausado y tranquilo. Las setas y hongos de diferentes variedades y sabores son ampliamente utilizadas en la gastronomía local y sirven de reclamo para muchos excursionistas y amantes de esta especie vegetal. Hay que tener mucho cuidado pues algunas variedades son comestibles y otras son nocivas para la salud e incluso pueden resultar mortales.

Si nos apartamos un poco del río y seguimos por el camino de tierra podemos disfrutar del sobrecogedor entorno del valle enclavado entre montes de gran espesor vegetal: pinares y robledales se abren paso a través del terreno donde conviven multitud de especies como lobos y jabalíes.

Cuando llegamos al Puente de la Angostura nuestro camino se hace diferente y el rumor de los arroyos que nacen en el monte forman un pequeño concierto a nuestro alrededor.

Subimos por el camino hasta que llegamos al nacimiento del arroyo Barondillo. Un poco fatigados hacemos un descanso en el camino y mientras tomamos un respiro los vemos desde la otra orilla del pequeño pero bravo riachuelo... Los tejos milenarios.

Nos abrimos paso hasta su lado atravesando el nacimiento del riachuelo, la tierra encharcada y húmeda de esta zona riega las milenarias raíces de estos árboles tan peculiares, que aunque desgastados por el tiempo parecen conservar su robusta fortaleza que les ha facilitado la supervivencia en este entorno.

El Tejo del Barondillo tiene entre 1500 y 1800 años y es uno de los árboles más longevos de la Península Ibérica.